variations and transformations of a story using "You.com All", "YouChat" and "YouWrite"Original story
Siempre que voy al supermercado, encuentro en la puerta a un chico de veintipocos años pidiendo. Alto, fuerte y bien plantado, se pasa ahí horas y horas todos los días desde hace meses esperando recibir una limosna. Justo al lado hay una floristería que regenta una señora mayor y su marido (ambos, calculo, deben superar la edad de 60 años). Al comenzar la jornada, la señora carga con pesadas macetas, plantas y flores, que va colocando frente a su tienda con mucho esfuerzo. Y al cerrar a la tarde, vuelta a lo mismo. No puedo evitar una mirada de compadecimiento cuando me cruzo con ella al contemplar su rostro, agotado por el cansancio. Y… sigo esperando a que un día, el joven parado de al lado, al que miro con absoluta indiferencia y al que nunca le daré ni un céntimo, se dirija a ella y le diga: "¿Puedo ayudarla, señora? No me tiene que dar nada. Con poderle dar una mano me es suficiente".
a continuation of the story
El joven parado se acercó a la florista y le dijo: "¿Puedo ayudarla, señora? No me tiene que dar nada. Con poderle dar una mano me es suficiente". La señora lo miró con una sonrisa y le dijo: "Gracias, muchas gracias. Eso me ayudaría mucho". El joven tomó algunas de las macetas más pesadas y se las llevó a la tienda. La señora le agradeció con una sonrisa y le preguntó cómo se llamaba. El joven le respondió y le contó que estaba buscando trabajo. La señora le dijo que tenía una amiga que estaba buscando un empleado para su negocio y le dijo que la ayudaría a conseguir el trabajo si él seguía ayudándola con sus flores. El joven aceptó y desde entonces se han convertido en buenos amigos.
conversations
Por ejemplo, una conversación entre el visitante del supermercado y la florista podría ser la siguiente:
Visitante: ¡Buenas tardes! ¡Qué bonitas flores que tiene!
Florista: Gracias. Son todas naturales, cultivadas con mucho cariño.
Visitante: ¡Qué maravilla! Siempre me gusta apoyar a los pequeños negocios como el suyo. ¿Qué puedo encontrar aquí?
Florista: Aquí encontrará una variedad de flores, desde rosas hasta margaritas. ¿Qué estaba buscando en concreto?
--
Una conversación entre el visitante del supermercado, el joven parado y la florista podría ser la siguiente:
Florista: ¡Hola! ¿En qué puedo ayudarles?
Visitante: Estaba buscando algunas flores para mi novia.
Florista: Claro, ¡tenemos una gran variedad de flores para elegir!
Joven parado: ¿Qué puedo hacer para ayudar?
Florista: Por supuesto, ¡estaría encantada de que me ayudaras a buscar las flores perfectas! Puedes ayudarme a buscar y seleccionar las flores que más le gusten.
-----
Una conversación entre el visitante del supermercado, el joven parado y la florista podría ser la siguiente:
Visitante: ¡Estas flores se ven maravillosas!
Florista: Gracias, son todas naturales, cultivadas con mucho cariño.
Joven parado: ¿Puedo ayudar de alguna manera?
Florista: Por supuesto, estaría encantada de que me ayudaras con la selección de flores para el visitante. ¿Qué le parece?
Visitante: ¡Eso sería genial! ¡Gracias!
------------
Visitante del supermercado: "Buenas tardes, ¿qué tal? Parece que hoy hay un calor sofocante."
Joven parado mendigo: "Hola. Sí, el sol aprieta bastante".
Florista: "¡Buenos días! Si alguien me pudiera ayudar con esto... sería maravilloso".
Joven parado mendigo: “Por supuesto señora. No tiene que darme nada a cambio. Me encantaría ayudarte”.
Florista:"¿De verdad? Eso sería muy amable de su parte y le agradeceria muchisimo" .
Visitante del supermercado :"No sólo es amable sino admirable lo que usted está ofreciendo aqui joven ".
Joven parado mendigo:"Gracias por sus palabras pero no necesito ningun reconocimientos por mi acciones solo quiero ayudar a la gente en necesidad como este casa ".
Florista :”Muchas gracias joven , Dios te bendiga por tu bondad “
essay
El mundo está lleno de contrastes y los encontramos a diario en nuestras vidas. Esta es la realidad que se refleja cuando voy al supermercado: un joven parado frente a la puerta, pidiendo limosna durante horas, mientras justo al lado hay una floristería regentada por dos ancianos. Cada mañana vemos cómo con mucho esfuerzo ellos colocan sus macetas, plantas y flores comenzando su jornada laboral; pero también vemos el cansancio en el rostro de la señora mayor cuando terminan para volver a hacerlo todos los días. Es impresionante ver cómo personajes tan distintos conviven entre sí sin apenas interacción o ayuda mutua entre ambos bandos extremadamente desiguales socialmente hablando.
Es aquí donde surge mi reflexión sobre este tema: ¿Por qué no podemos ayudarnos nosotros mismos? El joven parado tiene que pasar allí horas eternas para recibir lo poco que le dan las personas solidarias; pero si él mismo ofreciera su trabajo voluntario para ayudar a esta anciana sería un gran gesto por parte del chico y tendría muchísima gratificación personal además de contribuir con su granito de arena al bienestar colectivo. En definitiva, me gustaría pensar que existen soluciones prácticas para salvar estas situaciones injustas y crear un mundo mejor mediante acciones de respeto hacia otros seres humanos y cooperación mutua.